Que los bebés cambian a una velocidad increíble no es ningún misterio. Mirando fotos de un bebé recién nacido y luego a los pocos meses, parecen completamente diferentes.
Es cierto que las sesiones con bebés más grandes (entre 6 y 11 meses) son las más divertidas porque el bebé ya interactua, se rie, mira a la cámara y cambia el gesto prácticamente cada 2-3 segundos.
Sin embargo, creo que no hay recuerdo ninguno como el de un bebé recién nacido (menos de 15 días de vida), cuando todavía son chiquititos, chiquitiiiiitos, se pasan durmiendo la mayor parte del día y parecen tan frágiles que se podrían romper con mirarlos.
Muchas mamis me preguntan cual es el mejor momento para hacer fotos a los bebés. La respuesta normalmente es "depende del bebé". Pero si tuviera que elegir, desde luego de cabeza a la sesión de recién nacido. Puesto que dentro de unos meses todavía estaría a tiempo para hacerle más fotos, pero si dejo pasar la oportunidad, NUNCA volverá a presentarse.
A todas las mamis y papis, os animo a que no dejéis pasar la única oportunidad que vais a tener, puesto que vuestro hijo será bebé durante un año, pero recién nacido sólo lo será 15 días. No dejéis de guardar un recuerdo tan bonito y especial como este. Guardadlo para siempre.
Baby B., 10 días:
