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Este es un apartado en el que no hay reglas, aunque sí un protocolo de educación, más que nada hacia el cliente. Hablamos hoy de cómo los fotógrafos van vestidos a las bodas que fotografían.
Es cierto que el fotógrafo debe ir relativamente cómodo, pues la mayor parte del tiempo estará moviendose buscando angulos, planos, agachandose, moviendose entre la gente... y hay que tener en cuenta que muchas iglesias en nuestro país tienen los alrededores empedrados, con lo cual los tacones no serían eficientes para alguien que tiene que moverse deprisa.
Un pantalon y una camisa cómodos pero elegantes, y unas sandalias planas serían la vestimenta adecuada que esperar de un fotógrafo de boda. Y mejor en color negro o algún color que llame la atención y que facilite distinguirle de entre el resto de los invitados.