Por el hecho de "reservar" un buen tiempo para la boda (y digo reservar porque con el tiempo nunca sabes si vas a acertar) el 90% de las parejas se casan entre mayo y septiembre. Es cierto que el tiempo influye mucho en una boda, pero las bodas fuera de esos meses también son preciosas y, aunque el tiempo puede ser una desventaja (aunque siempre es imprevisible), el resto suelen ser todo ventajas:
Los restaurantes suelen ser más baratos o disponen de más salones para ofrecer a cada pareja, los hoteles son más baratos, puedes escoger sin tanto tiempo el lugar que desees y el fotógrafo que desees (en temporada alta se suele contratar con un año de antelación, fuera de esos meses es un plazo mucho, mucho menor!), y obtienes unas fotos preciosas, alejadas del tipico paisaje de verano que todos conocemos. Tanto el otoño como el invierno dan paisajes preciosos y mucho menos vistos, y, entre vosotros y yo, si el día de vuestra boda llueve y os impide realizar los retratos que querais, siempre los podeis aplazar al día siguiente o dos dias siguientes (una pequeña postboda). Eso es lo que hicieron Javier y Lourdes, en su preciosa, preciosa boda de Otoño, hace unas semanas!
