Hacía mucho tiempo que quería realizar una boda en un recinto abierto. Cuando Pilar y Gumer me dijeron que se casaban en el precioso patio del Palacio de los Fúcares, en Almagro, empecé a contar los días para que ese momento llegase. Y no me ha defraudado! Los recintos abiertos dan otra sensación a una boda, dan mucha luminosidad, más colorido, los reflejos de la luz del sol crean una atmósfera preciosa.
La ceremonia fue genial, hubo de todo, ternura y emoción, risas, alguna lagrimilla, música, lecturas escritas desde el corazón, y alguna que otra sorpresita! Una ceremonia que seguro quedará por mucho tiempo en el recuerdo de todos, en el mío incluido.
Pilar, Gumer, enhorabuena por esta boda tan increible que habeis conseguido, espero que esta nueva etapa os traiga mucha felicidad, ha sido todo un placer documentar ese día tan especial! Y ahora... a disfrutar de la Luna de Miel! ;-)
